sábado, 21 de julio de 2012

Dos décadas y media

Dos décadas y media.
El corazón palpita de emoción
al derrochar poesía sobre las teclas.
Ausentes, alejadas, distantes. Aún enteras.

A sabiendas de canas
que se entremezclan en la cabellera.
Rubia.
Pero no tarada.

Dos décadas y media.
Descubriendo que los ojos
se parecen a los de la abuela.
La cocina se hereda de la línea paterna.

El apellido tiene un pueblo
y un puente.
Ese que me conecta con vos
y con el resto de la gente.

Que quiere acampar en la plaza,
12 y 50 para mayor precisión.
Pero que hoy se deleita en la España,
junto a Quijote.

Renegando un poco, pero contenta al fín.

Facialmente redonda,
herencia materna.
Sueños y anhelos de ir por más
despreocupándose del invierno.

Siempre con un lema por delante.
"Lo mejor está por venir"
incorporado a la bandera,
junto al León, desbaratando gigantes.

Dos décadas y media.
Con un blog que no se cansa de recorrer
ni mares ni tierra.
Ni aún cuando lo abandono. O lo dejo tirado por ahí.

Con un espíritu del cuál a veces me quejo.
Seca.
Corta y concisa.
Sin darle demasiada vuelta a la tierra.

Con poesía, pintura, diseño.
Mil y un facetas
que hoy no encajan,
pero mañana darán su recompensa.

Con hermanos, lejanos y cercanos.
Sobrinos, cuñados, tíos.
Con amigos. Estimados conocidos.

Dos décadas y medio.
Me revelaron poco.
Me demostraron mucho.

Se solidificaron en baldosas.
Se interrumpieron en precipicios.
A veces al borde de la cornisa,
otras, tratando de huir de ella.

Dos décadas y medio.
En pos de un nuevo tiempo.
Disfrutando del paisaje.
Enriquecida de lo nuestro.

Vos.
Sí, sí, vos.
Que te haces el distraído
y seguís hasta mi sombra.

Que tenés hasta mis
cabellos contados
y no dejas que salga de casa
sin tu compañía.

Vos. Siempre fuiste vos.
Aunque me aleje al oriente,
ahí estás.
Si paso por el sur,
tu mano estará conmigo.

No me faltes. Ni me dejes.
No me faltes. Ni me dejes.

Aunque no entienda todo,
no importa.
Aunque me cueste el doble,
no importa.

Regálame tu vara.
Dame tu aliento.
Déjame recostarme junto a tí
en esos delicados pastos que
solo Tú conoces.

Que solo Tú
conoces.

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