los que descomponen
cada objeto que los rodea,
hasta la mínima expresión.
Dícese de los que inventan,
diseñan y a veces sueñan
con un futuro surreal
en el cual flamea la bandera de la libertad.
Dícese de lo exponencial.
Lo exponencial.
Enseñan a sumar, restar, dividir
pero no a multiplicar.
No arremeto contra ellos,
la multiplicación no les va.
Pero después, venís vos, acá.
Te sentás,
me mirás,
pensás y soltás: "exponencial".
"Creatividad exponencial"
Y ahí entramos nosotros.
Ellos, ellas, vos y yo.
Que nos dedicamos a subtitular
la trilogía celestial.
No por ser despectivos o altivos.
Escribimos palabras que nos dictan
y a veces el lector no comprende,
ni siquiera las rimas.
¿Habremos de dejar de relatar
lo que nuestro corazón nos dictamina?
No lo creo, no lo creo.
¿Qué es una efemérides?
Una joven preguntó.
Hoy le toca al diseñador.
Y ahí entro yo.
Y entran ustedes, los que me leen.
Los que dibujan con la derecha,
parte de lo que el lado izquierdo
les deja plasmar.
Y ahí entro yo.
En la disyuntiva de mis dos lados.
El izquierdo y el derecho.
La escritura y el diseño.
Suena bobo y terco,
pero se me hace difícil.
A veces la balanza se inclina
y no logro entender el porqué de la poesía.
Sí, existen las mentiras,
aunque no las podamos palpar.
Sí, existen las dudas
aunque no nos dejen caminar.
Hoy me toca procesar, primero en mi mente.
Ensayar, en mi corazón.
Redactar acerca de la creatividad exponencial.
Aquella que no sabe dividir, sino multiplicar.
De alguna manera
intentar refutar que:
"el más por más, no es solo más;
como el menos por más, no es solo restar".
Es creatividad exponencial.
Es acercarte con unos peces,
a veces pan.
como el menos por más, no es solo restar".
Es creatividad exponencial.
Es acercarte con unos peces,
a veces pan.
Y empezar a ver
la creatividad exponencial.
Es "manguear" vasijas,
cuando en realidad el aceite no te dá.
Y empezar a ver
la creatividad exponencial.
Dícese de los que producen de la "nada",
los que le hablan a la "nada",
los ven la creatividad exponencial
crecer y crecer.
la creatividad exponencial.
Es "manguear" vasijas,
cuando en realidad el aceite no te dá.
Y empezar a ver
la creatividad exponencial.
Dícese de los que producen de la "nada",
los que le hablan a la "nada",
los ven la creatividad exponencial
crecer y crecer.
Dícese de los que esperan nietos,
sacrifican hijos,
construyen arcas,
aún cuando no ha llovido...
Se dice de mí, se dice de vos.
Se dice de aquél y de él.
Pero de la creatividad exponencial
aún no escuché.