corro.
De manera caótica,
corro.
Como quién busca algo
y no sabe qué.
Como quién esquiva obstáculos
que la vida le propuso seguir.
Y ni siquiera preguntó: ¿Te parece si...?
Corro, no paro de correr.
De manera coherente, corro.
Con el corazón en la boca
corro.
Como quién le desinteresa
el por qué de la gente.
Como quién se olvida
que ellos viven en la alegría de un día.
Como quién desconoce que el dinero
es lo que no entrega la vida.
Avara, mezquina y tacaña resultó ser. Eso dirían.
Corro, de esta manera corro.
Vertiendo el agua del tanque,
en un blog que cruzó las fronteras,
de derecha a izquierda.
De arriba a abajo.
Paro de correr,
me quedo sin aliento.
Respiro Y-A-H-V-É
y sigo.
Sigo.
Procedo a la meta y sigo.
Tan lejana, tan escabullida, escurridiza.
Que desaparece como arena entre mis dedos.
Con el corazón en la boca corro.
La gente no entiende el por qué.
Busco algo que no encuentro.
Encuentro algo que no espero.
Salto, de esta manera salto.
Las faldas de mi prenda caen sobre mis rodillas,
mientras irrumpo en el vuelo de un ave que voló.
Observándome animada.
Sabe que he entendido la razón.
Corro, de esta manera corro.
Disfrutando de la agilidad de mis piernas,
las que me conducirán a cualquier destino.
Visualizo una salida de emergencia,
allí,tal vez, termine mi meta.
No me preocupan los atajos,
soy joven, tengo tiempo de rato.
Con el corazón en la boca corro.
Atrapo las gotas de lluvia que dejaron caer los santos
y prosigo a la meta.
Como quién se desinteresa del montón.
Como quién ha viajado en demasiados barcos,
ha subido a trenes, colectivos, subtes
y se dió cuenta que nada ni nadie lo detiene.
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