martes, 29 de mayo de 2012

En todo

En todo
estás.
Estás
en todo.

En lo alto,
en lo profundo.
En lo ancho,
y en lo angosto.

En lo que fué,
en lo que es
y en lo que ha de venir.

En el desierto
en el campo
y en el mar .

En el silencio,
en el ruido.
En la inmensidad.

Un alma desesperada que vaga en pena,
buscando una cura aparente,
se encuentra contigo y
despierta.

Resuena a lo lejos
un montículo de escombros
al pasar un terremoto infernal,
lleno de caos.

En todo estás,
estás en todo.

En el llanto,
en la risa.
en la lágrima
y sonrisa.

En la mañana cálida que me saluda al despertar
y en la noche más sombría.

Triste, amarga,
sin sentido mental. Racional.

En el paso apresurado
y en la caminata larga.
Que busca una razón de vivir y la encara.
(A todo pulmón, como si eso bastara)

En todo estás,
estás en todo.

Como si mi dedo pudiera tapar el sol.
Negarte no es fascinación.
Es un error.
Un error que carece de cordura.

Como si mi dedo pudiera tapar el sol.
Como si mi dedo pudiera tapar el sol!!!

En todo estás,
estás en todo.

En la brisa primaveral,
en las hojas del otoño que me acompañan hasta la puerta.
En el estruendo de muchas aguas
que se derraman con la lluvia cada vez que las nubes se acercan.

Destino planificado fue encontrarnos
mirarnos  cara a cara
y ser transformados.
En lo que soy. En lo que seré.

En todo estás.
Estás en TODO.







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