SABER que vale la pena
CREER que vale la pena.
Romper con todo lo pre-existente
que atrae al común colectivo.
Y seguir. Y seguir.
Seguir hacia delante
aunque las miradas
distantes
opinen distinto.
¿Quién te ha dicho tales palabras que expresas?
El viento me las dicta (o así quiero creerlo).
Se esconden detrás de las canciones
que susurran a mi corazón,
en vela.
Que busca refugio en sonrisas
y cielos llenos de estrellas.
En altares de piedra
y consejos de sabiduría.
¿Acaso alguien dijo que sería fácil?
Vuelvo a retomar la idea original y expreso:
"Si todo esto fuera tan fácil.
¿No crees que ya seríamos dioses?"
Si todo esto fuera tan fácil.
¿No crees que ya seríamos dioses?
SABER que vale la pena
CREER que vale la pena.
Romper con todo lo pre-existente
que atrae al común colectivo.
Y seguir. Y seguir.
Sí que vale la pena seguir.
Y encontrarse acá o allá
con el que te vió crecer.
Y alentar sin parar
a los que vienen detrás.
Vivo de perlas vespertinas y matutinas.
Porque mi corazón cree en el que cabalgó
y voló sobre las alas del viento.
(Y aún lo sigue haciendo)
Si todo esto fuera tan fácil.
¿No crees que ya seríamos dioses?
Y seguir. Y seguir.
Sí que vale la pena seguir.
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