la sensación que quiere ser lírica,
por la ventana de la vida.
y cree ser digna.
De leerse.
Pero los atolondrados de mi dedos,
entumecidos por el frío,
les cuesta escribir.
Esta duro este invierno.
Esta duro este frío.
Aunque el sol se deja ver al horizonte.
Cálidas las sombras de los rayos se reflejan sin cesar.
Es una entrega sin igual.
Un atardecer digno de retratar.
Se deja atrapar como un pez
por un pescador.
¿Qué le vió a esa carnada para prenderse
con tanto amor?
Si el anzuelo clavado es doloroso,
¿Por qué el pez habría de morir
por ello?
Aún no lo sé.
La pava chilla sobre el fuego.
Se cuentan historias pasadas.
Nuestra historia.
Mi historia.
Suena a lo lejos un tema de Rosana,
como en una película, no quiero ir al intervalo.
¿La historia se pone triste
o es el tema que no descansa?
Del sacrificio de los "paisa".
Aquellos que se levantaron a las doce de la noche.
Tomaron sus cargas.
Y salieron...
Salieron en busca de nuevas aventuras.
De nuevas historias.
En un campo inmenso.
En un día que aún no se termina de adormecer.
Conocer la historia, es entender al mundo.
Es comprender
las reacciones y actitudes del otro.
No justificarlo, sino ACOMPAÑARLO.
Es la majestuosidad engraciada
que te da a conocer que no sos nada.
Que te hace saber que fuera y lejos
no hay nada digno de alcanzarse.
No hay nada digno de retratarse.
Mas que un atardecer que se sumerge
en un mar moribundo y frío.
Esta duro este invierno.
Esta duro este frío.
Mientras los meses pasan
y caen como hojas de árbol
en otoño,
aguardo con paciencia.
Tus cálidas manos sobre mis ojos.
Para que sean abiertos.
Totalmente restaurados
y ver todo con claridad.
(Foto:Etcheverry, Marcelo) |
"Las aguas guardan silencio
ante la majestuosidad del Cielo"
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