miércoles, 8 de agosto de 2012

¿Por qué desperté ?

¿Por qué me acosté?
¿Por qué dormí?
¿Por qué desperté?
¿Por qué plasmé mi tiempo en poesía?

Dormí en paz y desperté
porque sabía que recordaría
tus cabellos blancos, como blanca lana,
como la nieve.

Tus ojos como llamas de fuego,
tu piel semejante al bronce bruñido,
tu voz como el estruendo de muchas aguas
y tu rostro...

Tu rostro semejante al sol
cuando resplandece en su fuerza.
¿Qué más se puede pedir?
¿Qué otro motivo de despertar tiene mi alma?

¿Por qué soñé?
¿Por qué lloré?
¿Por qué hoy dedico estas líneas?
¿Por qué mi corazón palpita?

Porque hay razón de ser.
Porque sigo observando la ventana,
afinando mis oídos,
tal vez oiga tu voz.

Tal vez la reconozca.
Tal vez la descubra.
Quizás me invada el temor,
de nunca haberla oído.

¿Por qué me detuve?
¿Por qué lo pensé?
¿Acaso fue un pensamiento mío?
¿O fue las ganas de encontrarte?

Dormí en paz y desperté
porque sabía que recordaría
tus brazos fuertes,
como columnas de oro.

Tu sonrisa dulce, como miel de abejas.
Tu voz como el estruendo de muchas aguas,
aguas que no conocía.
Y tu rostro...

Tu rostro semejante al sol
cuando resplandece en su fuerza.


"Aún si eclipsara,
seguiría viendo tu rostro brillar"

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