viernes, 8 de junio de 2012

Leer de corrido

Hoy leo de corrido,
porque si me detengo a analizar un punto y coma
todo esto
explota.

Hoy leo de corrido,
porque si me detengo a titubear en ese punto final
me corrijo a mi misma
y estallo en mil ruinas.

Hoy leo de corrido
esas innumerables palabras vacías.
Ese hueco que perfora
mi sonrisa.

Tu adjunción de palabras verbales,
orales,
destruyen mi autoestima.

Arremeten contra mi espalda,
que está cansada de cargar,
un peso que es imposible de llevar.
En estos tiempos, de fríos inviernos.

Porque mis huesos se parten en mil pedazos
y después tengo que andar,
como "loco malo",
juntándolos de a uno.

Remendando con cinta de papel
lo que queda.
Que ilusa, zonza,
¿Cómo si la cinta de papel sirviera?

Hoy leo de corrido,
para no evocar un pensamiento interno.
Que me haga manifestar desde éste,
mi silencio, la artillería cargada de prosa.

Que aguarda escondida,
detenida.
En alguna esquina esperando
por tu prisa.

Tu amabilidad hecha trisas.
Tu espíritu
que aún no alcanzo a divisar
entre tanta espina.

Volvé, retorná.
Hazme causar una vez más
el sentido del ayer.
Las notas de sinfonía.

He reconocido ante el cielo y la tierra
que no soy nada
y fuera de Tí
nada tengo.

Oh! Extraña sensación
que envuelves este saco roto.
Con puños y codos
puestos de otro sweater.

Hazme leer de corrido
para que mi ser no despida lo que ha sentido.
Hazme leer de corrido
y detenerme sólo en aquello que para mí sola has escrito...

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