sábado, 2 de junio de 2012

Huracán Juniano

Cuelgo  un buen cuadro,
como una obra cuasi perfecta,
las señales del ayer,
las de hoy y del mañana.

Anhelando un huracán
que vuele las chapas de mi conocimiento actual.
Viejo, austero. Vagabundo.
Imperfecto.

Que se anima,
desde atrás de las cortinas,
a presenciar un show .
Disfrutado por decenas.

Que piensan igual,
que opinan igual.
Que miran distinto.

Que difieren en naciones
ciudades o pueblos.
Pero se acortan las distancias
al leer estas líneas.

Que nos conecta a una piedra de Waikiki.
Un mate que va y viene.
Con bruma veraniega,
que despierta emociones y certezas.

Sobre el conocimiento.
Sobre los tiempos.

Ser "vivos" como aquellos.
Entendidos como éstos.
Isacares que sabían perfectamente
dos preguntas claves:

Quiénes eran.
Para qué estaban.

(No eran unos crédulos)

Anhelando un torbellino del cielo
que depure los saberes que tengo.
Que incorpore lo nuevo.
Lo sutil. Lo perfecto.

Si de la vida viviera,
si de la vida mi escuela.
¿Las enseñanzas no aprendidas
me reprobarían?

¿Declararía recreo para no asumir
los riesgos?

Enuadro un cuadro cuasi perfecto.
Sostengo los clavos que lo fijarán a la pared.
No del recuerdo.
No del silencio.

Para fijar mi vista en ese cuadro
que hoy es una simple ficha
pero mañana me devolverá
más que una sonrisa.

Porque anhelo un huracán
que vuele las chapas de mi conocimiento.
Me atrevo a vivir las desgracias
sabiendo que estarás en medio.


"Sosteniendome"


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué te pareció esta lectura?