domingo, 26 de agosto de 2012

El reloj

El tiempo es lento para el que espera.
Como el ruido a engranajes oxidados.
y el chirrido a  manecillas viejas.

Como arena lenta y aburrida,
que cae en un reloj de arena.
El tiempo es lento para el que espera.

No se mudó tu capacidad dialéctica.
Es como el amor.
Solo está dormida. Aún está atontada.

Tampoco te abandonó 
el eco de tus propios labios,
gesticulando una y otra vez lo que creías olvidado.

El tiempo es lento para el que espera.

¿Pero qué espera el que espera?

¿Acaso espera un tren,
que lo lleve a la victoria?
¿Acaso espera una limosna,
que alguien arroje entre sus ropas?

¿Acaso espera una cruz
que acabe con todo su calvario?

Qué afortunados pueden ser
los que ven pasar el tiempo,
sin siquiera detenerse a ver.

Basta un ajuste concreto,
un buen aceite
y el tiempo volverá a correr.

Basta calibrar la hora,
los minutos, los segundos.
Todo comenzará otra vez.

Big Ben-Londres
(Cuidado: Hombres trabajando).








miércoles, 22 de agosto de 2012

Gran Pez

La hoja permanece en blanco.
El cursor no deja de titilar.
Mis labios se han frenado.
Cuánto tiempo más pasará.

Tal vez sea la hoja más difícil de explicar.
No hablo de razonamientos,
hablo de verdad.
De la pura verdad.

La historia otra vez contada,
será una pieza más
de un rompecabezas que aún no entiendo
y tal vez no logre terminar.

No carece de personajes.
Sobreabundan sin cesar.
Algunos parecen míticos.
Otros permanecen sin estar.

Forman parte de  una vida larga,
pero que no concuerda con el tiempo terrenal.
Es ahí cuando la lógica me supera
y otra vez, vuelve a estar.

El gran pez.

Pez imposible de pescar.

No hay anzuelo que te pueda lastimar.
Ni carnada que te pueda tentar.
A veces pienso...
¿Algún día ese Hombre te pescará?

Y ahí va.
Sumergido entre los juncos,
se oye su respirar.
El gran pez.

Pez imposible de pescar.

Podría ser Neruda,
escribiendo los versos más tristes esta noche.
O tal vez Machado,
declarando que el camino se hace al andar.

Pero prefiero quedarme aquí,
con el té en la mano,
escribiendo sobre el pez
que es imposible de pescar.

En algún futuro,
no muy lejano,
quizás esta hoja en blanco
sea parte de mi legado.

Y mis hijos me conocerán,
como fui conocida.
Un poco de talento,
otro poco de encanto.

En fín, hija del Gran Pez.
Pez imposible de pescar.
Padre. Abuelo.
O como quieras llamarlo...

Film "The Big Fish"
Tim Burton-2003




domingo, 19 de agosto de 2012

Kosovo

Te dejé escribir las líneas
más tristes de tu corazón.
Los sonetos más pasivos,
aquellos que inundaron tu razón.

Te dejé pasar desapercibido.
Te dejé a un lado. Solo, solito.
Descubriendo tus ojos en la oscuridad,
te encontré mirando los míos.

Pasé la página.
Hice oído sordo
a lo que me hablabas.
Dejé sonar una y otra vez,
esa inútil melodía.

Que decía algo tan simple,
describía ese lugar al que habíamos ido.

Ahora el cansancio me supera.
Exprimo esta naranja,
como la vida misma,
intentándole sacar hasta la última gota.

De un jugo que tal vez quieras beber.
De un sueño que tal vez quieras tener.

Y ahora que la vejez me invade
poco a poco,
no veo a mi alrededor a aquellos
que me abrazaron a los quince.

Aquellos que se rieron conmigo
cuando tenía "braquets".

¿Y qué pasará?

Te escribo que pasará.

Tal vez los años nos cuenten lo suyo.
Tú aquí.
Yo allá.

Pertenecientes a un Estado
que nos invadió, colonizó
y disputó nuestra libertad;
sin recibir ningún premio merecido.

Te escribo qué pasará.

Tal vez huyamos de Kosovo.
Porque el bombardeo no es tuyo ni mío.
Es de ambos.
Es de todos.

La guerra no se gana de a uno solo.
La guerra la peleamos entre todos.

Tal vez por eso no atendí el llamado.
Porque mi cuerpo se paralizó.
Dudé de la diferencia
entre mis manos y mis pies.

Y mi mente estalló en un deja vú,
particionado en mil pedazos.
Algo que no vuelva a ocurrir.
Por favor, no.

Pero dime,
si aún estas disponible.
Dime si las olas siguen rompiendo
en aquel lugar que solo tu y yo conocemos.

Y tal vez.


Tal vez huyamos de Kosovo.
Porque el bombardeo no es tuyo ni mío.
Es de ambos.
Es de todos.




Vista panorámica de Kosovo





viernes, 17 de agosto de 2012

Tiempo y espacio

Ayer pidió dormir en paz
y así descansar.
Sacar la cabeza de debajo de las frazadas
para poder respirar.

Como el nadador con estilo croll.
Como el rey anciano
que sale a reflexionar a su balcón.
Pide tiempo y espacio.

Pide aire
y no cansancio.

Es que se ha acostumbrado
a jugar al solitario.
De una mano a la vez,
sin invertir demasiado.

No perderá su estado
de ocupado.
O de disponible,
a  la vez.

Festejando un diecisiete
aquel feriado
que pudo ser
y no fue.

Repleto de guirnaldas festivas.
De globos de responsabilidad.
De bonetes paternos.
De una piñata que no te pudo dar.

Tiempo y espacio.
Nada más.
Ayer pidió dormir en paz
y así descansar.

Hoy pide no ser parte
de esa comunicación que vibró.
De aquel poema que se escribió.
De la canción que se escuchó.

Nada más.

Suficiente,
para poder conectar
cables y tierra.
Según más convenga.

Porque si el pueblo pide algo,
no lo pide para ofensa.
Lo pide porque sabe
y ve la recompensa.

Así que grita
Su Nombre.
Sabiendo que una contraseña
no es suficiente.

Lo grita a los cuatro vientos.
Con lo poco y mucho
que le queda de fuerzas.
Así grita Su Nombre.

Decide apartarse del mundo saturado
pero vacío también.
Como el sabio que vió el mal
y se corrió.

Con los brazos abiertos
y el corazón partido en dos.

" That I am Yours"

martes, 14 de agosto de 2012

Idealismo

Me detengo unos minutos,
tan solo unos minutos.
De este frío y lluvioso martes.
Escurridizo martes.

Como el idealismo
que se plantó en mi corazón
hace bastante tiempo.
Hoy, queriendo ver flamear otra bandera.

La del realismo.
La de los sueños concretos.

Y así me encuentro.
Caminando,
en sentido opuesto.
En silencio.

No hay ganas de comentar,
de opinar.
De razonar.
Lo vengo haciendo hace bastante tiempo.

Despierto otra vez en idealismo.
La radio deja sonar su nota.
Como el apunte de un alumno aplicado
que corre en pos de su título.

"Despiertate de tu vida normal.
Puedes hacer todo aquello que te propongas"

Que te propongas.

En el silencio.
En la oscuridad de la noche.
Con la almohada cubierta de lágrimas
y el estómago colmado de frustraciones.

En la calle,
cuando te agarra de sorpresa,
esa sensación extraña
de querer arrebatar todas las promesas.

Que llevan tiempo escondidas.
Que llevan tiempo debajo de la mesa.
Como la lámpara
que a veces se queda sin gasolina.

Me detengo unos minutos,
tan solo unos minutos.
De este frío y lluvioso martes.
Escurridizo martes.

El idealismo se va descongelando
de mi armadura oxidada.
Como mis manos
que pasaron demasiado tiempo sobre el fuego.

Ahora quizás tomen
carbones encendidos,
aunque impliquen grandes llagas,
y salgan a quemar la bandera de la comodidad.

"Despiertate de tu vida normal.
Puedes hacer todo aquello que te propongas"

Y la lluvia, que este año ha caído sin cesar.
La palabra que tal vez una amiga publicó.
O vos, empecinado con la misma enseñanza
otra vez. Otra vez.

Sabiendo que mi mente recuerda
poco y nada.
Conociéndome mejor que cualquiera,
me volvés a cantar.

"Despiertate de tu vida normal.
Puedes hacer todo aquello que te propongas"






"Dejando la bandera de la paz,
tal vez vaya a conocerla"


domingo, 12 de agosto de 2012

Ser como un niño

No hay nubes en el cielo.
El pensamiento se estrelló
contra la barrera del silencio.
¡Ay de aquellos!

Demasiado sensibles para conocer los hechos.
Demasiado acorazados para poder entenderlo.
Y los millares de guerreros incansables,
parece que hoy se cansaron.

Parece que hoy decidieron
marchar a casa cabizbajos.
Sin arco ni flecha.
Sin pena ni gloria.

No hay nubes en el cielo,
mientras la cocina tiembla.
Los pisos se movilizan,
las cortinas se desgarran.

Necesario saltar a la vez,
pie con pie.
Tomando el aire con calma.
Tal vez no quede mucho.

Tal vez sea esto lo que nos falta.

Ser como un niño.
Ser como un niño.

Al que dejaron huérfano y herido.
Sin padre ni madre.
En el que no pensaron cuándo llovía.
Al que no escucharon cuando la luna salía.

Al que abortaron antes de que naciera.
Al que callaron en el interior,
sabiendo que no lo tenían en cuenta.
Por ellos, por estos.

El consejo cae del cielo...

Corazón recuerda:
las manos sobre el calefactor se oxidan.
El fuego del vecino
no arderá tu chispa.

No te creas más sabio que los sabios,
ellos tienen mayor experiencia,
No subestimes el consejo de los ancianos,
ya han pasado por tu adolescencia.

No luches contra el tiempo,
cuando es necesario esperar.
Solo guarda silencio.
Guarda silencio.

Corazón recuerda:
cuando hay amor el interior palpita.
En soledad todo se agita;
No tomes caminos equivocados.

No elijas cara ni cruz.
Ni norte, ni sur, 
ni este, ni oeste.



Tamiza tu alma, 
de modo que extraigas oro puro.
Sé como un niño.






miércoles, 8 de agosto de 2012

¿Por qué desperté ?

¿Por qué me acosté?
¿Por qué dormí?
¿Por qué desperté?
¿Por qué plasmé mi tiempo en poesía?

Dormí en paz y desperté
porque sabía que recordaría
tus cabellos blancos, como blanca lana,
como la nieve.

Tus ojos como llamas de fuego,
tu piel semejante al bronce bruñido,
tu voz como el estruendo de muchas aguas
y tu rostro...

Tu rostro semejante al sol
cuando resplandece en su fuerza.
¿Qué más se puede pedir?
¿Qué otro motivo de despertar tiene mi alma?

¿Por qué soñé?
¿Por qué lloré?
¿Por qué hoy dedico estas líneas?
¿Por qué mi corazón palpita?

Porque hay razón de ser.
Porque sigo observando la ventana,
afinando mis oídos,
tal vez oiga tu voz.

Tal vez la reconozca.
Tal vez la descubra.
Quizás me invada el temor,
de nunca haberla oído.

¿Por qué me detuve?
¿Por qué lo pensé?
¿Acaso fue un pensamiento mío?
¿O fue las ganas de encontrarte?

Dormí en paz y desperté
porque sabía que recordaría
tus brazos fuertes,
como columnas de oro.

Tu sonrisa dulce, como miel de abejas.
Tu voz como el estruendo de muchas aguas,
aguas que no conocía.
Y tu rostro...

Tu rostro semejante al sol
cuando resplandece en su fuerza.


"Aún si eclipsara,
seguiría viendo tu rostro brillar"

martes, 7 de agosto de 2012

Cazador

¡A cazar se ha dicho!
El día que recién comienza
y ese pensamiento absurdo
no le da tregua a su cabeza.

Arremanga sus pantalones,
para arrojarse en el fango sucio.
Estará dispuesto a nadar entre juncos
y corrientes adversas.

Con la escopeta en mano,
municiones en otra.
La mochila con algunas provisiones.
El viaje promete ser largo.

Se equipara para una guerra sin fín.
Como si armarse de coraje
 no fuera lo suficiente.
Como si su presa fuera demasiada fornida.

Se desliza sutilmente por la barranca.
Delimita su territorio,
se mimetiza entre los pastos.
Los animales le respetan.

¡A cazar se ha dicho!
Aunque no ha visto a su presa.
Va y viene.
Huele el miedo entre las copas de los árboles.

Que susurran a lo lejos.
Susurran a lo lejos.

Se asoma la luna llena.
El aullido del lobo
en el silencio de la noche.
¿Dónde estás cazador?

¿Acaso te has desorientado?

Pasan las horas,
su vista se cansa.
Sus lomos le pesan.
Sus sentidos empeoran.

¿Dónde estás cazador?

¿Acaso te has desorientado?

Entre las sombras de la exuberante selva,
un muchacho se asoma.
¿Es a mí a quién buscas?
Le golpeas al viento.

He escrito kilómetros de muros,
tengo un corazón encendido.
Mis brasas no duermen,
le puse fín a tus días.

Corre cazador, corre.
Tu guerra hoy se termina.
Despídete de los tuyos.
Porque tu final se aproxima.



viernes, 3 de agosto de 2012

Salmo inédito

 Minutos antes de entrar a la cueva, 
tal vez, David pensó en algo similar ;
mientras huía.

Ese muro de silencio,
es lo que no quiero palpar.
Es el eco de mi voz,
alejándome de la tuya.


Es la cueva sola y fría,
la que intento esquivar.
Es el balcón lujurioso
que me invita a pecar.

Para qué quiero victorias,
si a lo lejos tú estás.
Para qué quiero fortunas,
si mi alma en bancarrota está.

Para qué danzar frente al pueblo,
si no hay música que alegre tu cantar.
Para qué seguir corriendo,
si el enemigo me alcanzará.

Mejor muerto,
que el silencio.
Mejor partido,
que vivir entero.

Con tu silencio.

Vuelve.
Vuelve.

Ahórrate los momentos 
censurados y vuelve.
Que mi alma por tí,
muere.

Siento el frío de tus lágrimas.
Vuelve.

Tu columna me ha dejado.
Grito desde lo profundo de mi ser:
¡Vuelve!

Para qué seguir hablando,
si tu guardas silencio.
Para qué quiero la vida,
si tu presencia está muy lejos.

Vuelve. 
Te necesito.
Vuelve.

"Y aunque pasen mil silencios, pronto sé que me hablarás"

Dar

Si dieres al cielo el universo.
A los pastos el rocío de la mañana.
Al niño la tranquilidad de saber que hay futuro.
Confiable. Tranquilo. Seguro.

Si dieres al cielo el universo.
Al afecto un abrazo tierno.
Que dure más de un segundo,
menos que un silencio.

El tiempo dejaría de correr.
La nieve reposaría sobre tus campos.
Los rayos de sol cubrirían tus montes.
Las aves volarían sobre tus collados.

Si dieres al cielo tu universo.
Todo lo que tienes.
Todo lo que intentas.
Todo lo que anhelas.

Pero no puedes dejar.
No puedes soltar.
No puedes sobornar al cielo,
con una porción mínima de tu universo.


Si dieres al cielo tu universo.
Con todo lo que eso implica.
Dolor, sacrificio.
Sufrimiento.

El tiempo dejaría de correr.
La nieve reposaría sobre tus campos.
Los rayos de sol cubrirían tus montes.
Las aves volarían sobre tus collados.

La ciudad se volvería invisible.
La tormenta se iría a hibernar.
La tempestad molestaría a otros naufragios.
Saldríamos del ojo del huracán.

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